16/5/11

SHIVA

SHIVA


En el hinduismo, Shiva es una de las deidades más importantes; El Señor Shiva (literalmente: el auspicioso) es la tercera persona de la Trimurti , formada por Brahma, el dios creado ; Vishnú, el conservador del universo, y Shiva, el destructor o transformador de toda la creación. En el hinduismo pueden existir diversas corrientes filosóficas y modos de pensamiento, por lo que la función de estas tres divinidades puede variar y ampliarse. Por ejemplo, para los seguidores de Vishnú, éste es "El todo poderoso", es "El absoluto", es la forma manifestada de la Conciencia Universal creadora, mejor conocida en Occidente como Dios; pero para los adoradores de Shiva, esa cualidad creadora, omnipresente y omnipotente, es una característica de Shiva, también denominado Shankara, Shambo, Ishvara, Pashupati y Nata-raja, entre otros. En realidad, para un estudioso del profundo Vedanta (una de las corrientes filosóficas más importantes de la India) todas esas divinidades no son más que formas, nombres y manifestaciones de una divinidad absoluta, sin forma, omnipotente, omnipresente, denominada Brahman (no Brahma) y que el ser humano ha establecido para explicar el universo.

Entre las variadas historias mitológicas hindúes, encontramos que Shiva participó en un concurso de baile, ante la presencia de su consorte Parvati y una asamblea, certamen en el que, obviamente, él salió vencedor. Esa danza cósmica divina y mítica se llevó a cabo en Chidambaram, al sur de la India. Es precisamente en esta región donde Shiva es principalmente adorado como el Señor de la danza o Nata-raja. Para algunos filósofos hindúes, esta representación de la deidad es la más clara imagen de la actividad de Dios.

En el capítulo 69 del Shivá puraná y en el capítulo 17 del Anushāsana Parva del Majábharata se nombran 1008 nombres de Shivá, siendo los más conocidos:

Hara (‘destructor’).
Īsha (‘señor’)
Īśwara (‘el señor mejor’)
Mahā-deva (‘gran-dios’)
Mahéshvara (‘el gran señor mejor’) y
Rudra (‘terrible’)
Samba
Śambhú (‘dador de felicidad’)
Śankara (‘causa de felicidad’

Atributos de Shivá

Ardha Narīshuar (ardha: ‘mitad’, narī: ‘mujer’, īśwara: ‘controlador’), manifestación como mitad Parvati, mitad Shivá.

El tercer ojo: el tercer ojo de Shivá en su frente es el ojo de la sabiduría, conocido como bindi. Es el ojo que ve más allá de lo evidente. En consecuencia a Shivá se lo conoce como Tri-netri-īshwara (‘señor de los tres ojos’). El tercer ojo de Shivá es comúnmente asociado con su energía salvaje que destruye a los malhechores y los pecados.

El collar de la cobra: el dios Shivá está más allá de los poderes de la muerte. Ingirió el veneno kalketu para el bienestar del universo. Para no ser herido por este veneno, se dice que su consorte Parvati ató una cobra a su cuello. Esto retuvo el veneno en su garganta y, por consiguiente, la tornó azul. De ahí su nombre Nīla-kantha (‘garganta azul’). La peligrosa cobra representa a la muerte, que Shivá ha conquistado completamente. Shivá también es conocido como Nageśwara (‘señor de las serpientes’). Las cobras alrededor de su cuello también representan la energía dormida y yaciente, Kundalinī.

Media luna: Shivá lleva en su frente la luna en su quinto día (panchami). Está ubicada cerca del tercer ojo y demuestra el poder del Soma (la ofrenda sacrificial, que representa a la Luna). Significa que Shivá posee el poder de la procreación junto con el poder de la destrucción. La Luna también es una medida de tiempo, por consiguiente también representa su control sobre el tiempo. Shivá entonces es conocido por los nombres de Somasundara (Soma: dios de la Luna; súndara: ‘hermoso’) y Chandrashekara (chandra: ‘luna’; śekhara: ‘corona’). Refiere también al símbolo de su montura, un toro.


Cabello enmarañado (jata): el ondeo de su cabello lo representa como el dios del viento, o Vāyu, que es la forma sutil de aliento presente en todas las formas vivientes. Por consiguiente, es Shivá como la línea vital de todos los seres vivos. Él es Pashupatinath.

El Ganges: el sagrado río fluye desde el cabello de Shivá. El rey Bhagiratha pidió a la madre Ganga que descendiera en este planeta para que purificara sus pecados y los de los humanos. El dios Shivá ofreció su enmarañado cabello para detener su caída desde los planetas celestiales. El flujo del agua es uno de los cinco elementos que componen en universo y desde el cual la Tierra nace. El Ganges también representa fertilidad y el aspecto creativo de Rudra.

El tambor: el sonido del damaru en la mano de Shivá es el origen de la palabra universal que da origen a todo lenguaje y expresión.

Vibhuti: se trata de las tres líneas de ceniza dibujadas en la frente y representa la esencia de nuestro ser, que permanece aún después de los malas (impurezas de la ignorancia, el ego y la acción) y vasanas (gustos y disgustos, apego al cuerpo, al mundo, a la fama, los entretenimientos mundanos, etc.) han sido quemadas en el fuego del conocimiento. El vibhuti es reverenciado como la forma de Shivá y simboliza la inmortalidad del alma y la gloria manifiesta del dios.

Ceniza: Shivá cubre su cuerpo con bhasma (ceniza de crematorio) que señala la filosofía de la vida y la muerte y el hecho de que la muerte es la realidad última de la vida.

Piel de tigre: el tigre es el vehículo de Shakti, la diosa del poder y la fuerza. Shivá está más allá y por encima de cualquier tipo de fuerza. Es el señor de Śakti. La piel de tigre simboliza la victoria sobre toda fuerza. Sentado sobre la misma, Shivá enseña que ha conquistado el deseo.

El elefante y la piel del venado: Shivá también viste con la piel de un elefante. Los elefantes simbolizan el orgullo. Vestir su piel simboliza la conquista del orgullo. Similarmente, el venado simboliza el saltar de la mente, su parpadeo. Vistiendo la piel del venado simboliza que ha controlado la mente a la perfección.

Rudraksha: Shivá viste bandas en sus muñecas de madera de rudraksha (‘ojos de Rudra’), a la que se le atribuye poderes medicinales.

El tridente: el trishula simboliza las tres funciones de la tríada: la creación, el mantenimiento y la destrucción. El tridente en la mano de Shivá indica que todos los tres aspectos están bajo su control. Se dice que la antigua ciudad de Kashi (actual Benarés), queda justo sobre el trishul. Como un arma el tridente representa el instrumento de castigo al malhechor en los tres planos: espiritual, mental y físico. Otra interpretación del tridente es que representa el pasado, el presente y el futuro. El tridente en la mano de Rudra indica su control sobre el tiempo.